"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Tres parejas se reúnen en un restaurante con motivo de varias celebraciones, aparentemente, una armoniosa velada. Kaho y Tomoya se han prometido. Las presiones de boda y los juegos de honestidad van desmembrando la estabilidad de cada relación con el confesión de secretos y amores imposibles.
El joven Ryusuke Hamaguchi ahonda en la naturaleza del ser humano y de cómo afecta esto a las relaciones.“Son personajes que tienen que aprender a vivir con ausencia de la verdad. Existe una diferencia entre lo que dicen y lo que hacen. Ni siquiera cuando juegan a decir la verdad puedes fiarte de que lo estén haciendo, porque, por otra parte, no existe una sola verdad.Yademás, no creo que ser honesto sea positivo”.
Los protagonistas reaccionan de diferente manera a la (aparente) honestidad. Produce violencia en ciertos personajes, mientras que Kaho, la joven prometida, decide aceptarla y no actuar. “Con el título de Passion parto de lo pasivo y lo activo, donde ser pasivo se refiere a ser amado y ser activo a amar. La cuestión final es si las personas pueden pasar de ser pasivas a activas, de ser amadas, también a amar. La respuesta es aún ambigua”.
Discípulos de Kurosawa
La película ha sido producida por la escuela de cine de la Tokyo University of Art, como un proyecto de fin de carrera del Máster que han cursado el director y el productor, Satoshi Fujii. “Es la única universidad que produce largometrajes en Japón”. La cinta, producida en tres meses y medio en total, contaba con un presupuesto adjudicado al comienzo del curso, que cuenta con tutores tan importantes como Kiyoshi Kurosawa y Takeshi Kitano.
Hamaguchi siguió todos los seminarios de Kurosawa.“Fue un privilegio tenerlo como profesor, pero fueron las conversaciones que mantuvimos lo que más me ha enseñado. Por un lado, tener de profesor a un cineasta tan excelente, y por otro, haber compartido con el dos años de su vida mientras realizaba sus propias películas fue muy enriquecedor. Era genial ver sus películas y poder intercambiar opiniones sobre lo que había hecho”. El joven realizador nipón quiso mantener la distancia estilística de su mentor.
“Creo que comparando con otros estudiantes, he intentado mantener un poco la distancia, pero es obvio que su trabajo me ha influido mucho, así como su visión del cine y las cosas que comentaba sobre el cine”. No obstante, también cita a cineastas como Cassavetes, Rohmer, Hawks y el propio Ozu como influencia.
Fujii, por su parte, cursó su especialidad con Kenzo Horikoshi, el productor habitual de Kurosawa.
A.R.