"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La sala de proyecciones del Aquarium fue el escenario del cálido homenaje que se le tributó ayer al director argentino Leonardo Favio. Diego Galán ensalzó ante un auditorio casi copado por compatriotas del argentino, la trayectoria de Favio. “No son palabras huecas”, dijo. “Es un honor contar contigo en el Festival”.
Leonardo Favio se dio a conocer en España en la década de los 60-70, no como director de cine, sino como cantante. “La censura fue muy caprichosa con él y tuvimos que recurrir a ‘trucos’ para poderlas ver”, recordó Diego Galán. “Pese a ser un desconocido para el cinéfilo de aquí, es una de las grandes figuras del cine argentino”.
Favio ha dirigido entre otras, películas muy conocidas en su tierra como Crónica de un niño solo (ópera prima filmada en 1965), El romance del Aniceto y la Francisca (1967), El dependiente (1969)… Este último trabajo se proyectó en su día en el Zinemaldia.
“Favio ha ido evolucionando en su trayectoria cinematográfica. Sus primeras películas, por ejemplo, fueron de aspecto social”, recordó Galán. “Sobre todo Crónica de un niño solo, que retrataba los colegios, la represión y la soledad, un filme duro del que se dijo en su día que era autobiográfico”. Otro ejemplo de este tipo de cine es El dependiente (1969). Una película surrealista y original que retrata ambientes sórdidos y pobres.
Diego Galán quedó prendado la primera vez que presenció la película. “El lenguaje cinematográfico que utilizó fue muy curioso. Recientemente la he vuelto a ver y me ha encantado. Tras esta primera etapa –recordó Galán– cambió de registro e hizo un cine más espectacular: en color”.
Una obra muy personal
Para el ex-director del Festival de Cine, Leonardo Favio le ha aportado calidad al cine argentino, así como una obra muy personal.“Una de las cualidades de Favio ha sido su capacidad de innovar, de renovar, incluso de experimentar”.
Los aficionados al cine pudieron presenciar ayer el último trabajo realizado por el cantante, actor, compositor, director de cine, guionista e incluso libretista: Aniceto, que es la versión moderna y musical de la película El romance del Aniceto y la Francisca. “Un magnífico largometraje en el que el director argentino arriesga a la hora de contar una historia triste, de amor y desamor, es decir, de desdichas. La película comienza con agua y qué lugar más apropiado para proyectarla que el Aquarium”, recalcó Galán.
Leonardo Favio agradeció el gesto del Zinemaldia. “Estuve por estas bellas tierras allá por mi segunda juventud, después, en mi primera madurez y ahora me siento muy feliz de encontrarme aquí con este nuevo hijo (película). Espero que Dios me permita tener otro”, bromeó. “Dios ha estado constantemente a mi lado. Hernán Piquín (Aniceto), Natalia Pelayo (la Francisca) y Alejandra Baldoni (la Lucía), los bailarines con los que he contado para mi última película son vivo ejemplo de ello. Me los envió Él”, manifestó Favio en relación a los tres protagonistas de Aniceto, su última creación.
Galán: "Pese a ser un desconocido aquí, Favio es una de las grades figuras del cine argentino"
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