"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Al igual que la estupenda Before the Rain (1994), de Milcho Manchevski, Cirkus Columbia se centra en los momentos previos al estallido del conflicto bélico en Bosnia Herzegovina, a la llegada de un infierno que todo el mundo parece intuir pero nadie sabe cuándo llegará ni cómo será. En la vecina Croacia acaban de empezar los bombardeos serbios y la irrupción de la violencia parece inminente.
Danis Tanovic, un cineasta que conoció de muy cerca la guerra que arrasó su país, logró un éxito espectacular con su primera película, En tierra de nadie, estrenada en 2001 en Cannes y proyectada también en el festival donostiarra, un film que obtuvo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Años más tarde, en 2005, llegaría a nuestras pantallas L’Enfer, con guión de Krzysztof Kieslowski y Krzysztof Piesiewicz. Ahora Tanovic regresa al conflicto bosnio,
pero no a las trincheras,sino a las calles y las casas de una localidad en la que empieza a oler a guerra y el odio va tomando cuerpo.
La historia comienza con la llegada, tras veinte años de exilio en Alemania, de Divko Buntic al pueblo para arrebatar a su ex mujer la casa familiar.Trae con él a su joven novia y no tiene muchos problemas para sobornar a las autoridades postcomunistas para que echen de la vivienda a su ex mujer, pero quiere reencontrarse con su hijo, quien, por su parte, se irá acercando más a la novia de su padre que a éste.Nadie parece ser consciente de lo que se avecina, a pesar de que los informativos de la televisión lo van anunciando constantemente
y de que en los cuarteles se empieza a notar cierta tensión.Pero ello ocurría no sólo en la antigua Yugoslavia; en el resto del continente nadie parecía creer que pudiera llegar a producirse una matanza como la que se provocó y cuyos efectos todavía son visibles.
Bien sea en las trincheras, como En tierra de nadie, o en las calles de los pueblos antes del estallido del conflicto, como en Cirkus Columbia, Tanovic demuestra que sabe muy bien de qué habla; no en vano durante la guerra formó parte de un equipo de filmación que siguió el ejército bosnio. Probablemente Cirkus Columbia no llegue a obtener la cantidad de premios que se llevó En tierra de nadie, pero tiene el encanto añadido de la sugerencia, de mostrar algo que sólo se intuye.
M.B.