"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Después de su visita en 2005 al Zinemaldia, donde su película Géminis compitió en Horizontes Latinos, y de que sus otros films se hayan proyectado aquí, Albertina Carri se
encuentra este año ente nosotros para juzgar el trabajo de sus colegas. Esta nueva actividad la afronta con ilusión: “La verdad es que es una felicidad, aunque creo que estuve más relajada cuando vine aquí con una de mis películas”.
Directora y guionista, Albertina Carri nació hace 37 años en Buenos Aires, donde está preparando su quinto largometraje cuyo guión acaba de terminar: “Ayer mismo, aquí en San Sebastián, hice las últimas correcciones”.
Ha realizado cortos, telefilms, largometrajes y también documentales. ¿Dónde se siente máscómoda?
El documental es lo que más temo. De hecho hice sólo uno que roza bastante con la ficción. Me gustaría mucho volver a hacer más, pero no me resulta sencillo. No digo que la ficción lo sea, sino que a mí me resulta más natural sentarme a escribir una ficción”.
Su última película La rabia, que recibió varios premios internacionales, generó bastante polémica.
Bueno, todas mis películas son polémicas por alguna razón. La rabia generó cierta polémica por la cuestión de la violencia. Sucede en la Pampa argentina y habla de cómo los seres humanos naturalizamos la violencia. Una periodista argentina me dijo lo que más me gustó sobre este trabajo: que en realidad es una película sobre la guerra. No necesitas tener a los gringos y a los iraquíes de cada lado para rodar una historia de guerra, sino que también se puede contar con estos personajes perdidos en medio de la nada, porque la guerra no es otra cosa que la naturalización de la violencia.
¿Cómo han marcado en su cinematografía la violencia que ha padecido directamente: la desaparición y asesinato de sus padres en la dictadura?
No tengo referencias de mí antes de eso. A mis padres se los llevaron cuando yo tenía sólo cuatro años. Es una marca enorme que me seguirá toda la vida hasta que me muera, pero no sé cuál es directamente la influencia en mi cine.
Argentina ha producido mucho y buen cine en los últimos años. Usted misma es una de las figuras que cimentó el concepto de Nuevo Cine Argentino. ¿Qué cine le gusta como espectadora?
En Argentina hay mucha cultura de cine, pero en realidad toda Latinoamérica está dando muy buenos frutos. Me gusta ir a los festivales porque encuentro el cine que no se ve en las salas: de autor o independiente, radical o de vanguardia. Siempre estoy esperando a que se estrenen cosas distintas. Me gustan Cronenberg, Farocki, Scorsese y casi toda la obra de Claire Denise.
El que será su quinto largometraje ya tiene el guión terminado, ¿no?
Sí, se titulará, El vengador, y será una película sobre un bandolero, el último gaucho alzado de Argentina que mataron en el año 67. Es una especie de Robin Hood del norte de Argentina.Va a ser difícil porque esta vez dejo la Pampa y rodaré en el monte.
Argi DORRONSORO