"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Fue el coautor junto a John Cleese del célebre sketch del loro muerto, el obrero portador de noticias que no esperaba a la inquisición española (¡nadie la espera!), el Rey Arturo de Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores y el Brian de La vida de Brian. Hablo de Graham Chapman, uno de los míticos integrantes del único grupo de humoristas en el que todos sus integrantes eran míticos: Monty Python. Se me pongan todos en pie, por favor.
Un cáncer de garganta se llevó a Graham Chapman en 1989 a la edad de 48 años. A partir de ahí, su recuerdo se maximizó. La divertida, semi-ficcionada y extravagante autobiografía que vio la luz en 1980, “A Liar’s Autobiography. Volume IV”, se reedita en 1991 y los tapujos de su vida personal (la homosexualidad que escondió durante años o su alcoholismo postrero contados con el sentido del absurdo que le caracterizaba) vuelven a batir las mandíbulas de una nueva generación de admiradores de Monty Python.
Dos décadas y varias reediciones en papel después, la autobiografía de este mentiroso se convierte en película. Y, como no podía ser de otra forma, el film es cualquier cosa menos corriente. Se trata de un, ejem, documental a partir de lecturas de pasajes de este libro de memorias que el propio Chapman realizó y dejó grabados antes de morir. Con este material sonoro como base y ordenándolo no siempre de manera cronológica, los directores coordinadores del proyecto, Jeff Simpson, Ben Timlett y Bill Jones (hijo de otro Monty Python, Terry Jones), encargan a catorce estudios de animación distintos (todos ellos con más futuro que pasado) que pongan en imágenes fragmentos diferentes de la pista de audio de Chapman según el estilo gráfico que a cada uno de ellos más les apetezca.
El resultado es un patchwork sorprendente de formatos y técnicas de animación en el que se salta de un 3D de línea clara a un dibujo tradicionalista en orgullosa bidimensionalidad,de un grafismo hiper-vanguardista a un trazo naif infantil, y así… Resumiendo: la biografía de Graham Chapman acaba siendo una excusa para desplegar un pantone sobre los diferentes y nuevos talentos de la animación británica reciente. Aunque, bien pensado… también podría ser al revés: un vistosísimo catálogo de los estudios de animación británicos actuales acaba siendo la excusa para recordar a Graham Chapman, un cómico y una persona tan poliédrica que requiere de diferentes estilos, formatos, técnicas y autores para ser recordado como se merece.
JOAN PONS