"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
PARÍS: La ciudad francesa más universal, con su magnetismo inmediato, con su belleza a veces sofisticada y a veces cotidiana, con su historia y sus leyendas, con sus múltiples caras y con la música que esconde en cada rincón. Marion Cotillard nació en París en 1975 y parece que absorbió todas y cada una de estas características de la ciudad de la luz para hacerlas suyas.
ARTE: Nacida en el seno de una familia de artistas -Niseema Theillaud, su madre, es actriz; Jean-Claude Cotillard, su padre, director; Quentin y Guillaume, sus hermanos, escultor y escritor respectivamentetampoco es de extrañar que Marion encontrara salida para sus virtudes en esa vía. Todos los ingredientes estaban ahí, solo había que trabajarlos y darles forma.
TRABAJO: Desde joven dedicó sus esfuerzos a la interpretación. Estudió, y fue premiada, en el Conservatorio de Arte Dramático de Orleans. Tras graduarse sobrevivió a base de pequeños papeles sin trascendencia y vendiendo figuritas de plastilina. No fue fácil; pero poco a poco esos pequeños papeles son cada vez más importantes y tiene breves apariciones en Comment je me suis disputé... (ma vie sexuelle) (1996) de Arnaud Desplechin o La Belle Verte (1996) de Coline Serreau.
RIESGO: En 1998 logra un papel en la película Taxi, escrita y producida por Luc Besson. Un auténtico éxito en la taquilla francesa que le sirvió para obtener su primera nominación, como actriz revelación, para los premios César con tan solo veintitrés años. Nominación que repetiría tres años después con Les Jolies choses (2001) de Gilles Paquet-Brenner. Comienza a tener papeles más importantes en pequeñas producciones mientras retoma su cometido en la taquillera saga Taxi en las secuelas Taxi 2 (2000) y Taxi 3 (2003); pero Marion Cotillard no quiere quedarse ahí, no quiere ser “la chica”, no quiere encasillarse y le dice a Besson que deja la saga.
PREMIOS: Tras dos nominaciones sin premio, en 2004 logra su primer César como actriz secundaria por Largo domingo de noviazgo, de un Jean-Pierre Jeunet de plena actualidad tras el éxito de Amélie (2001). Para conseguir su siguiente hito tendrá que pelear, precisamente, con Audrey Tatou, siempre asociada a Amélie y que en aquellos momentos era la actriz francesa de moda. Los productores la querían para interpretar a Edith Piaf en la película que terminaría llamándose La vida en rosa (2007); pero el director Olivier Dahan insistió y puso la presencia de nuestro Premio Donostia como condición sine qua non. Marion Cotillard, que asegura que si no fuera actriz sería cantante, consiguió el papel, deslumbró al mundo y ese año se alzó con el Globo de Oro, el Oscar, el BAFTA y el Cesar. Ya no era solo una gran actriz, también era una estrella.
HOLLYWOOD: Tras debutar en la meca del cine con Big Fish (2003) de Tim Burton, el Oscar le abrió las puertas y ha trabajado con lo más granado de la meca del cine: Christopher Nolan, James Gray, Steven Soderberg, Michael Mann o Woody Allen son solo algunos de los nombres.
PELÍCULAS: Haber probado las mieles de Hollywood no le ha hecho olvidarse del cine independiente. También la hemos visto trabajar con Jacques Audiard, Guillaume Canet, los hermanos Dardenne, Xavier Dolan o Leos Carax. Le importan las películas, no tanto el presupuesto.
Ricardo Fernández