"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Ori nació de un intento fallido de rodar un documental sobre la guerra georgiana que estalló en agosto del año pasado. El realizador Miguel Ángel Jiménez y el guionista Luis Moya tardaron en conseguir los visados y su viaje se retrasó. Cuando llegaron se encontraron con que ya no había guerra y de ahí nació la idea de esta película, puesto que el resto del equipo estaba de camino y contaban con financiación. “Teníamos tantas ganas de rodar que quisimos salir adelante como fuera”, explica el director.
Ante la situación, se encerraron en un hotel para escribir la historia de Nino y Beqa, de Giorgi y Tazo, y todos los demás georgianos. Dos historias paralelas: una en Tbisli, con Nino como protagonista -una joven que intenta salir adelante dentro de ese contexto gris de una guerra- y la de Beqa y su sobrino en las montañas del Cáucaso.
Tardaron dos semanas en acabar el guión y encontrar las localizaciones, y tan sólo 20 días en rodar.“Fue bastante improvisado todo”, admite el director madrileño. El casting fue realizado en el sindicato de cineastas Georgianos. “Un sitio estupendo con un montón de gente fumando pitillos, a la espera de que viniera alguien a proponerles algo”.
La historia la escribieron desde el respeto, desde lo que habían podido ver y experimentar en su corta estancia en la ciudad, “con mucho tacto”. Miguel Ángel cuenta que los georgianos a los que han enseñado el resultado están muy contentos y orgullosos.“ A pesar de la lejanía, son cosas que pueden suceder en todas partes. Una historia muy sencilla. Es gente que podría ser perfectamente nuestra hermana, novia, pero se les ve esa tristeza debido a las guerras”.
El realizador recuerda que hace un año aún estaban gestionando los visados y preparándose para el documental. “Me parece sorprendente estar en el Festival ahora que lo pienso”.
Después del Festival, director y guionista se marchan a Kazajistán para rodar otra historia parecida. “No tenemos ni idea de lo que hay en Kazajistán, así que es maravilloso”.