"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
No es de sorprender que nos encontremos nombres tan icónicos en la historia del cine como los de Jean-Luc Godard o Ingmar Bergman dentro de la sección Zabaltegi-Tabakalera de la presente edición del Zinemaldia. Como figuras determinantes en la modernidad del arte cinematográfico, sus aportaciones siempre fueron sinónimo de riesgo y experimentación, una filosofía que sirve perfectamente para describir, una vez más, la sección más abierta y diversa del festival.
Durante los nueve días que dura el certamen donostiarra, un centro de cultura contemporánea como Tabakalera se convierte en el marco idóneo para la representación de toda una gama de “libros de imágenes” (empleando el título del último film de Godard que se exhibe dentro de la sección), que aquí no sufren limitaciones de formatos, géneros, estilos o duración. El contraste, la valentía y el riesgo son sus rasgos distintivos.
En la sección Zabaltegi-Tabakalera tienen cabida ficción y documental, largometrajes y cortometrajes, series de televisión, animaciones, e incluso instalaciones audiovisuales. Todas las posibilidades conviven en armonía e igualdad de condiciones; no hay propuesta ni cineasta menor, sea cual sea su trayectoria o bagaje previo.
Consagrados y noveles
Por eso, con realizadores tan consagrados como Jean-Luc Godard, que a sus cerca de 90 años vuelve a sorprender con una propuesta inclasificable como Le livre d’image, compiten sin complejos nuevas voces como la de la artista Maddi Barber, que llega con el cortometraje vasco 592 metroz goiti de la mano de esa gran cantera que viene siendo Kimuak.
De mucho más lejos llegan otros directores que presentan su primer largo tras haberse curtido precisa-mente en el cortometraje: es el caso del chino Hu Bo, cuya Da Xiang Xi Di Er Zuo / An Elephant Sitting Still, que llega con el premio FIPRESCI bajo el brazo de la pasada Berlinale, (aunque él no pudiera ser testigo de ese reconocimiento, pues se suicidó en 2017); o el tailandés Phuttiphong Aroonpheng, cuya Kraben Rahu / Manta Ray ganó el premio a la Mejor Película en la sección Orizzonti del Festival de Venecia, y es el título encargado de inaugurar la sección Zabaltegi-Tabakalera de este año.
Viejos conocidos del Zinemaldia vuelven a San Sebastián con sus últimos trabajos, como el uruguayo Federico Veiroj con Belmonte, o el francés Bruno Dumont, que presenta “Coincoin et les z’inhumains”, serie de televisión completa cuyos 200 minutos serán proyectados con un breve descanso, y que contrastan con los seis minutos de De Natura de Lucile Hadzihalilovic, descrito como un poema improvisado. La chilena La casa del lobo, de Cristobal León y Joaquín Cociña, es la aportación este año a la sección dentro del terreno de la animación.
En total, 18 títulos compiten por el Premio Zabaltegi-Tabakalera, que encuentra también un hueco para el recuerdo del gran Ingmar Bergman en el centenario de su nacimiento a través del documental Bergman - ett ar, ett liv / Bergman - A Year In A Life, realizado por su compatriota Jane Magnusson.
Gonzalo García Chasco