"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El largometraje, Un om la locul lui, seleccionado para la primera edición de Glocal in Progress en el Festival de San Sebastián 2017, tiene como protagonista a Petru, un ingeniero de perforación que vive en una comunidad de trabajadores de la industria petrolera y está a punto de casarse con su novia Laura, que está embarazada. En paralelo ha ido alimentando una relación con la mujer de un compañero de trabajo (Sonia) que está ahora hospitalizada tras un grave accidente laboral. Él se siente culpable escondiendo esa parte de su vida, pero también responsable del futuro bebé.
Hadrian Marcu, que estudió Dirección de Cine en la Bucharest Media University, para este guion quiso partir de una adaptación literaria, y eligió la novela rumana “Firesc”, de Petru Cimpoeşu, porque contenía múltiples elementos claves desde los que podía desarrollar la película. Conforme avanzaba en el proceso de escritura, se fue alejando del libro, pero conserva dos pilares básicos sobre los cuales reposa la historia que nos presenta ahora: “Me interesaba, sobre todo, el retrato de un ambiente de trabajo duro y hostil en el que la soledad y los turnos nocturnos influyen en el carácter de sus trabajadores; y el triángulo de amor desigual en el que se adentra el protagonista. Estos elementos los he integrado en mi guion desde el inicio”.
Marcu destaca que aunque la perspectiva de cualquiera de las dos mujeres habría sido también muy interesante para la película, él se siente más cómodo centrando el relato en la evolución emocional del protagonista masculino, porque puede empatizar mejor con él y el resultado le resulta más honesto. Por otro lado, también es importante para él visitar las localizaciones con tiempo para poder integrarlas después en su película de manera más natural: “Para mí es importante un trabajo de campo previo a los días de rodaje, como si estuviese haciendo una investigación periodística. Encontrar cosas nuevas, aprender, forma parte del espíritu de hacer películas. Visito los lugares que voy a retratar y hablo con las personas, pero no les hago preguntas directas, sino que a través de conversaciones en apariencia generales, yo voy analizando muchos rasgos de personalidad, de costumbres y comportamiento que luego puedo infundir a mis personajes y dotarles así de una verdad mayor.”
Marcu explica que su película navega en las limitaciones emocionales de sus personajes. Su protagonista se adentra en una dirección que le acabará afectando más de lo que piensa y deberá afrontar su dilema: “Como guionista, debes construir el personaje siendo fiel a su esencia. Yo podría hacer trampas, forzar cambios de guion y decidir por él, pero, llega un momento en el que tienes que seguir a tu personaje y permitir que marque la trayectoria de sus actos. Como Director no quieres saber más cosas de las que saben tus personajes. Eso sería engañoso y no sería interesante, porque significaría que no hay reglas”.
Amaiur Armesto