"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
William A. Wellman y Robert Carson son los responsables de que la historia de A Star is Born (Ha nacido una estrella) se haya convertido en un argumento universal. El director y el guionista idearon en 1937 las peripecias melodramáticas de una chica de provincias que llega a Hollywood, conoce a un actor en decadencia, hace una prueba cinematográfica y se convierte en una estrella. Casada con el actor, la relación entre ambos se resiente debido a la decadencia artística de él frente al fulgurante estrellato de ella. Fredric March y Janet Gaynor interpretaron a los protagonistas; Wellman dirigió con elegancia en un suave color tricromo; y en el guion participaron la novelista Dorothy Parker y, sin acreditar, Ben Hecht y algunos futuros represaliados en la caza de brujas como Ring Lardner Jr., quienes pusieron las notas de escozor en el retrato de un Hollywood que lo consume y destruye todo.
George Cukor dirigió el primer remake de A Star is Born en 1954. Lo hizo en Technicolor y Cinemascope, en clave musical y con Judy Garland y James Mason en los papeles principales. El protagonista masculino está alcoholizado y la protagonista femenina es también una excelente cantante. Cukor fue aún más contundente en su visión de la castrante industria de Hollywood. La película fue cortada y años después se recuperaron las escenas eliminadas.
En clave absolutamente musical, Frank Pierson dirigió en 1976 la tercera versión, ahora ambientada lejos de Hollywood y enmarcada en el mundo del rock más o menos mainstream. No dejaba de ser un vehículo para el lucimiento de Barbra Streisand, la estrella que nace, aunque resultó más interesante el personaje de su marido, encarnado por Kris Kristofferson tres años después de ser Billy el Niño a las órdenes de Sam Peckinpah.
Bradley Cooper, en su debut como director, ha preferido continuar en el ámbito musical para relatar una historia de ascenso y caída, de gloria y fracaso. Su lectura incide en la vena más trágica de las relaciones entre la estrella femenina ascendente y la estrella masculina en el ocaso. Lady Gaga, una cantante difícil de acotar estilísticamente, capaz de encarar distintos registros y de cambiar de imagen como un camaleón que muda de color, recupera el personaje celebrado por Janet Gaynor, Judy Garland y Barbra Streisand. Un desafío mayúsculo, sin duda, tanto para la cantante como para el protagonista de El francotirador al pasar detrás de la cámara. Precisamente el director de aquel film, Clint Eastwood, ha arropado con su productora, Malpaso Productions, la realización de A Star is Born. Eastwood, hace seis años, ya quiso dirigir el film contando con Beyoncé para el papel principal.
Quim Casas