"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Ayer concluyeron las proyecciones de los cortometrajes seleccionados en Nest. Un tema atravesó varias de las películas, desde perspectivas y estilos muy diversos: la maternidad. Las relaciones de madres con sus hijo e hijas permiten abordar tangencialmente otros temas de interés como el cuidado, el colonialismo, la salud mental, la migración, etcétera.
Tal es el caso del primer cortometraje de la sesión matutina. Maman danse / Mom dances, de Mégane Brügger, quien representa a la ECAL/ University or Arts and Design Lausanne, relata la vida de una mujer tras años de ser víctima de violencia de género. La directora se aproxima a su propia madre y utiliza dispositivos como las interfaces de ordenadores y los mapas digitales en una suerte de distanciamiento que permite un acercamiento sensible a un tema doloroso. Al final, en una secuencia tierna, el corto plantea que la capacidad de bailar gozosamente siempre puede recuperarse.
Le continente sonambule / The Slumber Contient, de Jules Vesigot-Wahl, quien se formó en La Fémis (Francia), también aborda la maternidad, pero de forma más esquiva. Liudmila espera a su hijo en una larga noche que parece no tener fin. Mientras tanto, Iván conduce un tren sin pasajeros. El cruce entre estos dos personajes enigmáticos es el núcleo del relato del corto. La oscuridad reinará en el corto, con planos en los que apenas se alcanzan a ver los trayectos del tren o las luces tenues de la ciudad, ocultando más a los personajes y revelando sus angustias.
La hermandad fue el tema del último programa. La sesión de mediodía abrió con When the Geese Flew, del neozelandés Arthur Gay, que estudió en Columbia University (EEUU). La película, situada en Nueva Zelanda, su país natal, narra el conflicto de Cyrus ante la próxima partida de su hermana Sammy. Una motocicleta está al centro de este relato como un puente afectivo entre los dos hermanos. El corto se vale de planos generales que muestran el esplendor de las montañas y los cielos donde viven Cyrus y Sammy. Además de la moto, las bicicletas tienen un lugar importante, con bellas coreografías del chico pedaleando junto a la hermana.
Finalmente, Casa chica, de Lau Charles, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica (México) dio cierre a la sección. El corto sigue a dos niños, Valentina y Quique, que descubren a la otra familia de su padre (“la casa chica”). La estructura se compone de dos partes que alternan el punto de vista de ambos. Esta suerte de espejo muestra variaciones en el relato, ilustrando con ironía el tema: los hombres mexicanos que tienen dos familias. A pesar de la crudeza del relato, Casa chica muestra con dulzura diferentes momentos de lo cotidiano: el juego entre hermano, un viaje en coche, las horas frente al televisor con la madre. Los catorce cortos de Nest comparten, de una forma u otra, una preocupación por el sostenimiento de la vida: una pregunta esencial para el comienzo de una carrera.
J.E.G.