Ayer tuvo lugar en Tabakalera la presentación oficial de la exposición “La cañada: geografías de lo invisible”, una muestra que podrá verse desde mañana sábado hasta la finalización del Festival y que acompañará las proyecciones de Ciudad sin sueño, película dirigida por Guillermo Galoe que, en esta edición del Zinemaldia, podrá verse en Perlak. El cineasta madrileño estuvo presente en la inauguración de la exposición acompañado de Marina García López, productora del film y comisaria de la Muestra; David Casas, productor ejecutivo de Ciudad sin sueño; Edurne Ormazábal, directora de Tabakalera, y José Luis Rebordinos, director del Festival.
La exposición “La cañada: geografías de lo invisible” consta de una serie de fotografías tomadas durante el rodaje de la película por Manuel Rojo y de una videoinstalación titulada “Aleluya” donde Txema Torres trasciende los rigores del tradicional making off hasta alumbrar una pieza audiovisual plena de poesía. Marina García López, comisaria de la exposición, comentó que “del mismo modo que Ciudad sin sueño no es una película sobre la Cañada Real, sino que pretende acompañar a los habitantes de la Cañada Real, esta exposición no es una muestra sobre la película, sino que acompaña a la película. El tema de presentar las fotografías de Manuel Rojo en suspensión también conecta un poco con esa idea de lo que es la Cañada, no es una ciudad, tampoco un asentamiento, es como un espacio suspendido”. Para la comisaria de la exposición, las visiones proyectadas por Manuel Rojo y Txema Torres en sus obras conectan con la propia mirada de Guillermo Galoe, director del film, en ese deseo de ver sin invadir.
Antes de rodar su película, así como el cortometraje Aunque es de noche (2023), localizado en ese mismo escenario, Guillermo Galoe estuvo casi dos años conviviendo con las gentes y el paisaje de Cañada Real, de ahí que para el director madrileño “Ciudad sin sueño no es una película que intente imponer una visión, más bien es una reflexión sobre cómo nos ven y cómo nos vemos. El cine es un espacio privilegiado para el encuentro con el otro, un encuentro que, en el fondo, no es sino un viaje de exploración que nos termina por confrontar con nosotros mismos. Y yo creo que esa es la semilla para hacer desaparecer grandes lacras de nuestro tiempo como el racismo, el clasismo, etc.”. Sobre el hecho de que su película haya generado una serie de miradas adicionales, como las que pueden verse en “La cañada: geografías de lo invisible”, Galoe estima que una exposición como la que ayer se presentó “lo que denota es una manera de entender el cine como experiencia colectiva”.
Cabe recordar que Ciudad sin sueño se hizo con el premio al mejor guion en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes 2025 y que, en su recorrido posterior, también obtuvo una Mención Especial del Jurado en el Festival de Bruselas. Con todo este bagaje, Guillermo Galoe acude al Zinemaldia esperanzado de que el público donostiarra conecte con su película de la misma manera que lo ha venido haciendo la audiencia francófona: “Cuanto más lejana es, aparentemente, la realidad que vemos retratada en una película, más tendemos a encontrarnos a nosotros mismos”.
Jaime Iglesias Gamboa