Ganadora con Em caso de fogo / In Case of Fire (2019) del Premio Orona en Nest, la portuguesa Paula Tomás Marques vuelve a San Sebastián, ahora dentro de la sección Zabaltegi-Tabakalera, con Duas vezes João Liberada, su primer largo, que comenzó a gestar precisamente en Donostia cuando cursaba un posgrado en la Elias Querejeta Zine Eskola. El film propone un juego metacinematográfico que muestra las dificultades de un equipo de cine para conseguir rodar un biopic sobre el supuesto personaje histórico de João Liberada, mujer trans perseguida en el siglo XVIII por la Inquisición.
Para su primer largo, ¿ha elegido una historia que le toca mucho personalmente?
Así es. Yo estaba investigando sobre la Historia queer, algo muy difícil de hacer porque está muy oculta y controlada por instituciones de poder. Hay gente que dice que lo queer y lo trans son un invento contemporáneo, pero tiene una historia de miles de años. Y a la vez me estaba entendiendo a mí misma como persona trans: investigar sobre la historia queer era una manera de legitimarme a mí misma.
Pero también se convirtió en un proyecto colectivo porque tuve muchas conversaciones con la actriz June João, con quien empecé a escribir el guion, y compartíamos las dudas sobre cómo nos contaban la Historia. La película parte de esas preguntas. De hecho, la película son esas preguntas.
En su film se está rodando un biopic sobre la figura histórica de João Liberada, pero es un personaje ficticio, ¿verdad?
Sí, y eso es muy importante. Entendí que tenía que ser un personaje ficticio porque, aunque efectivamente hay textos de la Inquisición que hablan de personas que vivieron esa disidencia sexual, y yo podía haberme basado en alguna de esas personas reales, me daba cuenta de que esos textos siempre estaban escritos por las propias instituciones de poder. La subjetividad de las personas nunca estaba. No nos parecía justo tomar como hechos esa información. La Historia es algo muy difícil de aprehender, está cargada de subjetividades, no es una ciencia exacta. De ahí la necesidad de la ficción.
Un film dentro de un film: ¿Qué sentido le da a esa fórmula metacinematográfica para lo que quería transmitir?
Esa capa metacinematográfica me sirve para hablar del hecho de que la representación histórica es imposible, es un espejismo, no es algo tan concreto como se tiende a hacer en los biopics al uso.
En su film, la protagonista del biopic cuestiona el enfoque del director porque no le convence que se centre en la violencia. ¿Existe excesivo tremendismo o fatalidad en la representación de lo queer?
Desde siempre. Pero resulta muy complejo lidiar con eso. Por un lado, es necesario reconocer que esa violencia ha existido y existe para acabar con ella; pero nosotras pensábamos que el cine trans y queer está demasiado cargado de esa violencia.
Al final, es el propio fantasma de Liberada quien aplica su justicia. Ahí además introduce el humor. ¿Por qué la idea del fantasma?
Las ideas de lo histórico siempre se hacen desde el punto de vista del presente. Nosotras jugamos con la ficción de que el fantasma de Liberada cuestionara nuestro punto de vista. Es una proyección en nuestras cabezas sobre cómo el pasado se reiría del presente.
Gonzalo Garcia Chasco