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En los diez minutos que se pudieron ver ayer en los cines Príncipe de la película A una isla de ti, del director andaluz Alexis Morante, se comprobaban bien su tono e intenciones: una comedia romántica que sigue el patrón clásico de las comedias de enredo, y que capta además la particular atmósfera y sabor local de las Islas Canarias.
Este breve avance en San Sebastián dio paso a un coloquio sobre los aspectos creativos y de producción del film, con la participación del realizador, acompañado por la productora de Morena Films, María Soler; el director general de IPG mediabrans, Alfonso García-Valenzuela; y la directora de Proyectos de Comunicación y Marketing de la Consejería de Turismo de Islas Canarias, Elena González.
A una isla de ti cuenta la historia de Harry, un chef inglés al que le acaban de romper el corazón al dejarle plantado en el altar, por lo que se deja convencer por su mejor amiga para pasar unas vacaciones en Gran Canaria, la tierra natal de ella. En Gran Canaria, Harry se enamorará de la isla, de su gente y de su comida, pero también… del padre de su amiga.
Morante define su película como una romcom (romantic comedy) sin etiquetas: “Es una historia de amor sin necesidad de calificarla. Me parecía muy interesante utilizar todos los ingredientes habituales de una comedia romántica clásica, pero con un matiz, y es que en este caso son dos hombres quienes se enamoran sin ser ello el centro de la película; no hay reivindicación, ni se centra en ningún conflicto relativo derivado de la orientación sexual de nadie. Eso es algo natural, y lo que mueve la trama son los enredos clásicos de este tipo de películas”.
En este film, la isla de Gran Canaria se convierte en un personaje más. “Esta película no es nada sin Canarias”, apuntalaba Soler. Morante explicó que había realizado una inmersión de raíz en Canarias empleando una ambientación muy auténtica. Según la representante de la Consejería, “lo interesante no es sólo que las localizaciones sean de las Islas Canarias, y que hayamos buscado además que no sean las más típicas, sino que la película respira en todo momento canariedad”. “Para mí es un orgullo que la gente de Canarias me haya dicho eso”, replicaba el director andaluz.
Y resumía García-Valenzuela: “Al final hemos conseguido hacer una comedia abierta y diversa para todo el mundo: con una historia de amor preciosa, con enredos, con segundas oportunidades, y además un canto de orgullo a una tierra muy especial”.
Gonzalo García Chasco