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Siempre se ha dicho que el género negro es el mejor soporte para reflexionar sobre la podredumbre moral que anida en nuestras sociedades. Sin embargo, el director kazajo Adilkhan Yerzanov pese a haber perpetrado un noir de manual en A Dark, Dark Man (película que fue presentada ayer en la Sección Oficial a concurso del Festival) negó, en todo momento, que su película fuera un reflejo de la realidad social o política de su país: “La corrupción es algo que está presente en todas las sociedades, lo mismo que la vulneración de los derechos humanos. Mi idea al realizar esta película era poner rostro a esa situación, centrarme en alguien que personificase esas situaciones y, al mismo tiempo, reflejar su transformación, su tránsito de las tinieblas a la luz. Pero no he hecho un film político”.
A su lado, el coguionista del film, Roelof Jan Minneboo, precisó que su modelo de inspiración fue el noir francés donde más allá de la trama detectivesca se impone una visión existencialista: “Queríamos hablar de un grupo de hombres que intentan mantenerse fuertes. No nos interesaba solo hablar de la corrupción policial ni proyectar una mirada crítica sobre la sociedad kazaja sino también reflexionar sobre un modelo de masculinidad”. En este sentido, no parece casualidad que el único perfil íntegro y virtuoso de todo el film sea el de una joven periodista de investigación, la única mujer de la película: “Siempre he pensado que, frente al hombre, cuya naturaleza suele ser corrupta y perversa, la mujer representa todo lo luminoso que hay en este mundo”, comentó el director de A Dark, Dark Man.
Respecto al diseño de personajes, Adilkhan Yerzanov afirmó que “aunque hay mucha diversidad de perfiles en la película, todos ellos tienen en común que atesoran una gran humanidad. No son una mera colección de arquetipos”. Algo que fue ratificado por los dos protagonistas de la película, Dinara Baktybayeva y Daniyar Alshnov, quienes manifestaron no haber tenido especiales dificultades a la hora de desarrollar unas interpretaciones tan orgánicas.
Respecto a la situación política de su país, el cineasta kazajo no quiso profundizar mucho: “A mí no me toca juzgar el momento político que vive mi país aunque si lo comparo con la situación que teníamos hace quince años. Hemos mejorado bastante”.
Jaime Iglesias
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