Érase una vez… una película de animación realizada en Barcelona en 1950 y recientemente restaurada por la Filmoteca de Catalunya. La iniciativa de esta adaptación de “La Cenicienta”, el cuento de Charles Perrault, partió de Josep Baguñá, hijo del fundador de revistas satíricas durante la República y de la publicación infantil “Patufet”. Acabada la guerra civil, apostó por el cine de animación en Cataluña, con empresas tan importantes como los estudios Chamartín, uno de los más importantes de España. El director artístico del film era Josep Escobar, un dibujante que había comenzado a trabajar en los años veinte y había sido contratado por los estudios Hispano Grahe Film de los hermanos Baguñá durante la guerra civil, a cuyo término fue encarcelado. Posteriormente, sería uno de los grandes historietistas de Editorial Bruguera, responsable de personajes tan populares como Carpanta, Petra o Zipi y Zape.
Agotado el capital de la producción de Erase una vez, intervino Félix Millet Maristany, empresario de seguros en Madrid y mecenas de la cultura catalana tolerada en aquel momento. Fue él, vinculado a Acción Católica, quien involucró a su cuñado, Jordi Tusell, para que se hiciese cargo de la producción del film, la primera de la posteriormente prolífica marca Estela Films y cuarto largometraje de animación que se realizaba en España. El equipo incluía también la presencia de dos futuros senadores por la coalición Entesa dels Catalans en las primeras elecciones democráticas de 1977: el historiador Josep Benet como jefe de producción y el crítico de arte y posterior publicista Alexandre Cirici Pellicer como director artístico y responsable de un muy interesante trasfondo pictórico inspirado en el Renacimiento. El film también incluye una escena de baile, con personajes reales, interpretada por el Esbart Verdaguer de Manuel Cubeles.
Acabada la película, el azar hizo que coincidiera en el tiempo con La Cenicienta de Walt Disney, que tenía registrado el título en exclusiva. De ahí el cambio por Erase una vez… Filmada en Cinefotocolor, el procedimiento desarrollado por Daniel Aragonés como modesta alternativa local al Technicolor, fue seleccionada en la Mostra de Venecia de 1950 y se distribuyó con apenas ocho copias para toda España. El mínimo respaldo oficial y económico por parte de la Junta de Clasificación, así como el consejo del Sindicato Nacional del Espectáculo para que la productora se dedicara a otros menesteres, condenó la película al ostracismo. Sólo sobrevivieron materiales en 16 mm y en blanco y negro para, dado su carácter infantil, su uso en escuelas y centros religiosos.
Hace ocho años, conscientes de la significación histórica de Erase una vez…, en Filmoteca de Catalunya decidimos recuperarla en un formato lo más parecido al original. Liderado por la conservadora Rosa Cardona al frente de nuestro Centro de Conservación y Restauración y de Luciano Berriatúa, con la productora La Bestia Produce, el proceso arrancó con la localización de los colores originales aportados por los más de 100 fotogramas en 35 mm procedentes de la colección de Joan Gabriel Tharrats depositada en la propia Filmoteca, así como los acetatos conservados por la viuda de Benet o la colección de cromos publicada en la época. Mediante un sistema informático adaptado a las circunstancias, se ha procedido a la reinserción del color sobre la copia en blanco y negro de acuerdo con referentes muy cercanos al original, así como a una restauración de la banda sonora original a cargo de Enric Giné. Félix Tusell Sánchez, nieto del productor y actual director de Estela Films, ha colaborado con la Filmoteca de Catalunya en la recuperación de la película que, tras su presentación en el Festival de San Sebastián, gozará de una nueva vida que haga justicia a su interés. Los cuentos infantiles, a pesar de múltiples avatares, acostumbran a culminar con un final feliz.
Esteve Riambau