La incertidumbre vivida en
los días sucesivos a los trágicos sucesos del 11 de
septiembre hizo que algunos de los invitados desistieran de venir
a San Sebastián, entre ellos, Julie Andrews y Warren Beatty
que habían aceptado ya la distinción del Premio Donostia.
Los dos destacados actores no se encontraban con el ánimo
necesario para viajar y participar en un evento festivo, según
lo comunicaron a través de sendas cartas en las que expresaban
su pesar y su intención de acudir al Festival el próximo
año que coincide, además, con su cincuentenario.
El repentino fallecimiento de Francisco Rabal nos privó
del placer de hacerle entrega en persona del Premio Donostia a toda
su carrera, que con tanta ilusión había aceptado,
y que fue recogido por su nieto Liberto Rabal en el transcurso de
un emotivo homenaje al actor.