“Mi personaje es patético, es un hombre que ha perdido todos los sueños,se arrastra por la vida y lo único que le queda es el sueño de ella. Es un hombre que no es lo que pretende ser, aparenta una cosa que no es y, poco a poco, va­mos descubriendo que es un ‘na­die’. No tiene nada en realidad y, sin embargo, en su propia in­consciencia es feliz”. Así descri­be Antonio Banderas a Ralph Cortés, su personaje en The Other Man, una de las razones que le ha traído este año a San Sebastián,aunque no es la única, como pudo apreciarse en la rue­da de prensa de presentación de la película, pues fueron muchas las preguntas sobre el Premio Donostia que recibirá esta noche de manos de Pedro Almodóvar. Banderas reconoció sentirse “un poco abrumado, porque es un premio que sólo habían conse­guido dos actores españoles con los que había trabajado. Con Fer­nando [Fernán Gómez] hice tres películas y con Paco [Rabal] tuve más amistad”.

Sobre la película, Banderas señaló que intenta transmitir que la gente no pertenece a na­die y que, en las relaciones de pa­reja no hay que dormirse en los laureles.“Hay que trabajar conti­nuamente, ya que no se puede pretender que aquel espacio ini­cial que te hizo enamorarte de una persona vuelva, porque no vuelve”.

«Un actor inteligente»
El director Richard Eyre, por su parte, reconoció que con The Other Man ha querido ir más allá de las historias habituales en las que los hombres mantienen, con esposas y amantes, relaciones paralelas. “Yo quería contar la historia de una mujer que tiene relación con varios hombres en paralelo”, indicó Eyre,quien reco­noció que cuando comenzó con el personaje pensó en Banderas y el papel lo adaptó a las caracte­rísticas del actor malagueño. Ri­chard Eyre destacó el trabajo de Banderas a quien describió co­mo “un actor muy inteligente, que aporta mucho a sus perso­najes”.

“Me interesaba el personaje porque contradecía otros ante­riores que había interpretado, que representaban al español se­ductor, seguro de sí mismo, ab­solutamente consciente, inque­brantable. Interpretar a un per­sonaje que es absolutamente vulnerable, quebradizo, vacío, soñador… me resultaba intere­sante, sin que eso significara que representaba a los hombres es­pañoles, que creo no somos así”, sentenció.

Banderas estaría encantado de trabajar junto a Javier Bar-dem,aunque no sabe cuándo po­drá ser.“Me gustaría muchísimo, sinceramente, porque le tengo un gran respeto como actor y co­mo persona. Le invité a una de mis clásicas paellas y me produjo una gran impresión conocerlo, aunque por cuestión de tiempo no hemos podido profundizar en nuestra amistad. Me parece un tipo muy íntegro, muy sólido, tanto fuera como dentro de la pantalla, y me encantaría poder trabajar con él”.

Con Barak Obama
Banderas reconoció su intención de apoyar la candidatura de Ba­rak Obama como presidente de Estados Unidos. “Llevo más de veinte horas sin dormir, porque estuve ayer en una cena con Ba­rak Obama. Me da mucho miedo que el partido republicano pudie­ra ganar las elecciones en esta ocasión. No soy americano, pero mi hija sí, y prefiero depositar su futuro en manos de Obama”, re­conoció un Antonio Banderas crítico con la moralidad de Holly­wood. “Cuando estrenamos La ley del deseo, en Estados Unidos estaban muy preocupados por­que en la película yo tenía una re­lación homosexual, pero al mis­mo tiempo yo mataba a un per­sonaje. Eso les parecía bien, pero no que me besara con un hom­bre. En temas de moralidad, Hollywood no nos puede dar nin­guna lección”.
L.C.