hapour Haghighat salió ayer a escena acompañado por una jo­vencita para presentar su se­gundo largometraje, The Firm Land. “Es mi hija y ni es actriz,ni sale en la película, pero ha in­sistido en que quería subir con­migo”, aclaró el director franco­iraní para divertimento del pú­blico.

Su segunda advertencia se refirió a la película que se iba a proyectar. “Se trata de una producción muy sencilla y de pocos medios, elaborada en un país subdesarrollado. No es comparable a las grandes pe­lículas de presupuesto desor­bitado”.

En efecto, esta sencilla his­toria narra la peripecia de seis hombres de un poblado que se ven en la necesidad de viajar a Bombay en búsqueda de un mé­dico y medicinas que solicitarán a la administración pública pa­ra combatir una epidemia mor­tal que sacude su zona. A lo lar­go de su estancia en la ciudad, los campesinos, perdidos, van encontrándose con diferentes personajes que les guiarán den­tro de la burocracia india.

El director y guionista ase­gura que no le interesan las co­sas completamente limpias ni cercanas a la perfección.“Es un filme como la vida misma, llena de imperfecciones. Decidí mantener escenas en las que los actores no hacían bien su trabajo porque resultaba más natural. Es mediante estas imperfecciones como disfrutamos de las cosas más pequeñas”. La corrección del cine para Haghighat hace más referencia al montaje y la composición.

Ficción con toque documental
Dentro de su sencillez, esta na­rración social con toques de neorrealismo entremezcla va­rias disciplinas. Tal y como su director explicó, “es una ficción con pasajes documentales". Aunque parta de una historia inventada, el retrato de la ciudad resulta muy realista e incluye pasajes que Haghighat denomina documentales. “Los niños que reciben al grupo en Bombay realmente pensaban que llegaban a la ciudad en búsqueda de ayuda, y lo que salió de esa escena es real”.

Los campesinos se toparán con la burocracia, la aristocra­cia y los niños de la calle. “La his­ toria trasciende el tema social, ya que también trata cuestiones de muerte y espiritualidad que preocupan a todas las clases”. El título hace referencia a la tierra firme que los marineros perdieron y buscan continuamen­te, con la esperanza de encon trar su lugar.

El director agradeció la pre­sencia de toda la audiencia en la sala “en un día tan hermoso como éste, porque si yo estuviese en vuestro lugar, estaría en la playa”.
A.R.