Nuev@os Director@es es según muchos espectadores una de esas secciones que no hay que perderse en el Zinemaldia. Es una sección que cada año descubre talentos por todo el mundo y que también en esta edición llega cargada de nombres a los que prestar especial atención como el de Adam Sanderson.

Sanderson empezó a rodar películas cuando aún era un niño de 9 años utilizando una videocámara que le compró su padre. Tras dirigir un vídeo musical para un grupo de hip hop en el que él rapeaba, comenzó a especializarse en videoclips y anuncios para televisión. Fue uno de los fundadores de The Baboon Project, un grupo de cinco directores de cine independientes, en el seno del cual dirigió varios cortometrajes. En 2010 codirigió el largometraje Zohi Sdom (This is Sodom), una comedia satírica ambientada en la Biblia.

Levaya Bazaharaim nos habla de Hagar, una mujer incapaz de encontrar su lugar en la comunidad y en su nueva vida como recién casada. Al verse obligada a cuidar del hijo de diez años de su vecina, Hagar lo lleva hasta las ruinas encantadas de una aldea abandonada, su refugio secreto. El chico se ve atrapado en la magia del juego de Hagar a través del secreto que comparten. “La historia trascurre entre un mundo de fantasía y otro de realidad. Un amigo mío me puso el libro de Yeshhayahu Koren encima de la mesa diciéndome que era, según él, el mejor libro israelí de todos los tiempos. Según avanzaba en la lectura me fue conquistando la vida de esta mujer en esa casa vacía y tuve que ir al lugar donde se desarrollaban los hechos e intentar encontrar ese lugar que me estaba intrigando tanto. La historia es muy interna y la verdad es que he trabajado mucho para hacerla visual. Mi mayor misión ha sido transformar la historia cinematográfica sin perder la esencia del libro. Todo el cine que yo quiero hacer, por lo menos de momento, habla de la soledad, no solo esta película. Yo creo que este tipo de soledad es algo básico en mis comienzos”, cuenta un sonriente y amable Sanderson.

Su actriz principal Hilla Vidor habla maravillas tanto del director del proyecto como de todo el equipo: “Desde el comienzo del rodaje entre los componentes del equipo hubo conexión, no necesitamos muchas palabras, todo fluyó con facilidad. Se dio una especie de feeling entre todos, sobre todo con el director, a pesar de que nosotros no nos conocíamos. Era como si tuviéramos la misma visión”.

Respecto a la historia, la actriz opina que es una tragedia, pero que por otro lado puede dar esperanza a mujeres con vidas solitarias: “Porque yo hice un pequeño estudio sobre el papel de la mujer en los años 50 y pude entender, de alguna manera, el carácter de aquellas mujeres. Además, una amiga muy cercana tiene una historia de vida muy parecida. Y he visto que todavía hay mujeres que viven como mi personaje. Quizás parezcan diferentes, que tienen mejores ropas o casas, pero viven en realidad de una forma muy similar”.

Como una perfecta combinación de comida y cine es como describe el director Adam Anderson la ciudad de San Sebastián. Y aunque todavía ni él ni su actriz principal, Hilla Vidor, han tenido tiempo para disfrutar de los trabajos de otros compañeros, no dudan de que lo harán.

N.A.