La denuncia de los abusos de poder o las consecuencias de un mal gobierno son temas habituales en el documental más tradicional de intencionalidad política. Pero dos obras tan distintas como Autobiografia lui Nicolae Ceausescu (Andrei Ujica, 2010) y When the Levees Broke (Spike Lee, 2006) proponen acercamientos a una situación política, y humana,desprovistos de intencionalidad propagandística a través de una lectura objetiva y panorámica de los hechos. Un acercamiento nuevo que evita los modelos del reportaje o la recapitulación histórica.

En el caso de Autobiografia lui Nicolae Ceausescu, el punto de vista no puede ser más aséptico y distante. Sólo una sucesión de imágenes de archivo, concatenadas de forma más o menos cronológica, que muestran los acontecimientos del régimen del dictador rumano, las reuniones de partido y los discursos, las fiestas del pueblo y los desfiles triunfantes. Todo ello tal como lo registraban las cámaras, sin la construcción de un noticiario, sin la información adicional que sitúe o valore los hechos. Poco a poco se revela limpiamente no sólo la transformación de un benefactor del pueblo en delirante y trágico destructor de su país, sino la capacidad de la estética y la ideología de un régimen para convertirse en parodia de sí mismo sólo por el efecto del paso del tiempo y de una mirada transparente. Tres horas apasionantes que, aún a falta de datos que sitúen al espectador, cuentan todas las esencias de esa mezcla de tragedia y ridículo en que se convierten pronto los dictadores.

El caso del huracán Katrina que arrasó Nueva Orleans en 2005 es distinto, pero quizás no tanto. Spike Lee se personó pronto en el lugar para ver qué había ocurrido y cómo se sentían sus gentes. Y en When the Levees Broke contó lo ocurrido dando voz a los que no estaban siendo escuchados y revelando que el huracán en sí sólo era el principio del horror: cualquiera puede entender que la naturaleza es indomable, pero resulta difícilmente asumible el abandono por parte del gobierno americano a una de sus ciudades teóricamente más dero carácter de un imperio americano mucho más importantes.Así, asusta y angustia mucho más todo lo que ocurrió después de la brutalidad del viento, la lluvia y el agua desbordada. Testimonios e imágenes tan emotivas como escalofriantes que obligan a repensar el verdadero carácter de un imperio americano mucho más económico que patriótico. El, a menudo altisonante Spike Lee, queda aquí mudo y en último plano, manejando con precisión y pasión unos materiales que dan cuenta de las dimensiones de una tragedia humana y de la capacidad de esas gentes para tratar de sobreponerse a ella.

Ricardo ALDARONDO