Con quince años, el joven argentino Eugenio Canevari pasó de un colegio privado a uno público. “Y eso se convirtió en un momento bisagra en mi vida”, cuenta. “Me encontré con personas y realidades a las que antes no había tenido acceso y empecé a cuestionarme cosas que antes no podía”. Su ópera prima, Paula, habla de esa distancia de clases y de la importancia de los recursos económicos a la hora de obtener unos derechos u otros.

Es el tercer año consecutivo que Canevari participa en el Festival. Hace tres ediciones lo hizo como cortometrajista en el Encuentro Internacional de Estudiantes de Cine. “Fue una experiencia motivadora de la que saqué fuerzas para arrancar con esta película”, asegura. El año pasado vino a Cine en Construcción y obtuvo el dinero que le faltaba para terminar Paula. “Ésta se ha financiado con la colaboración y aportación de mucha gente, a veces económica y a veces deotro tipo. Lo que en principio era un proyecto pequeñito se ha convertido en algo mucho más grande”, apunta.

Finalmente, en la edición actual el realizador argentino compite en la sección Nuev@s Director@s con su largometraje Paula concluido. Canevari ha escuchado maravillas del resto de producciones cinematográficas que participan en la sección y sus expectativas giran en torno a la respuesta del público: “Me encantaría que los espectadores pudieran percibir el drama por el que pasa la protagonista”.

Según el realizador, “la clase acomodada vive un una cegueraconsciente. Es una posición cómoda e hipócrita: no lo vemos porque no queremos verlo”. Por eso, en su película nadie es capaz de apreciar el problema de Paula, una chica sin recursos que necesita abortar. “La falta de empatía y solidaridad del resto de personajes es total y ella se encuentra sola en un universo muy cruel”.

Para mostrar esta situación agobiante, el silencio juega un rol importante en la historia: “No se dicen las cosas pero en realidad están pasando. Todo está construido bajo una atmósfera muy lacónica”, explica.

Feeling con la actriz

Curiosamente, el director reconoce que no tenía el guion completado en el momento en el que eligieron a la actriz principal, Denise Labbate. “Fue la aparición de esta gran actriz lo que me permitió desarrollarlo”. Entre las instrucciones que le dio, “que mantuviera el primitivismo en sus formas”. Su personaje no reflexiona las cosas, actúa de forma instintiva. Labatte ha conseguido reflejar eso en su manera de caminar y expresarse.

IKER BERGARA