El confinamiento ha estimulado en muchos casos la creatividad y ha hecho replantearse formas de vida y de trabajo. Acción-reacción. El escultor Miguel Ángel Oribe empezó a elaborar los collages que conforman estas peculiares “Historias de cine” a los diez días de que empezara el encierro obligado por la pandemia, en marzo de 2020. Lo que empezó como un juego lúdico acabó generando los veintidós trabajos que se exponen entre el 15 y el 30 de septiembre en el escaparate del Espacio Keler, coincidiendo con el Zinemaldia.

Es un juego hecho con papeles de periódico recortados, dibujos y siluetas a través del cual Oribe repasa y reinventa algunas de sus películas preferidas a partir de secuencias recordadas. Los títulos de cada obra corresponden también a frases muy icónicas de cada una de esas películas: Con la muerte en los talones, Desayuno con diamantes, El gran Lebowski, El padrino, Forrest Gump, Apocalypse Now, Metrópolis, La guerra de las galaxias, La ventana indiscreta, Blade Runner, Ciudadano Kane, Con faldas y a lo loco, 2001, una odisea del espacio… La serie tiene en total veintiocho collages, pero se exponen veintidós debido al diseño del espacio. Los seis restantes pueden verse en la web del autor.

“A los pocos días de empezar el confinamiento estaba con mi trabajo habitual de escultor y empecé a agobiarme. Entonces busqué alternativas, algo con lo que pasármelo bien”, nos cuenta el autor de estas historias de cine sobre papel reciclado. “Miré a mi alrededor en casa, cuando apenas podíamos salir, solo para comprar el pan, y vi que nada más tenía periódicos, revistas de cine y otras publicaciones. Pensé: voy a utilizar los periódicos como soporte y a realizar collages de mis filmes preferidos. Surgió de este modo, improvisado, como un juego, un intento de tener algo de oxígeno dada la situación que vivíamos”.

No se trataba solo de recortar siluetas y pegarlas sobre las hojas de periódicos, sino “dibujar, recortar, pegar, perfilarlo todo con la plumilla. Mi intención era hacerlo con una estética desenfadada, tipo cómic, nada serio, separarlo de mi labor habitual como escultor”. Una de las ideas era situar a los personajes fuera del contexto de las películas a las que pertenecen. En el caso de El gran Lebowski, vemos a Dude, el personaje que encarna Jeff Bridges en el film de los Coen, bebiendo un cervezaa Keler en un guiño de Oribe al espacio en el que acabaría exhibiendo su obra.

En el collage de Desayuno con diamantes, Audrey Hepburn está de espaldas mirando en dirección a un cofre de diamantes, pero también atisba unas suculentas guindillas de Ibarra. En El padrino, Oribe juega con las perspectivas de Marlon Brando, Al Pacino y el famoso caballo cuya cabeza aparece cortada en la cama de un productor de cine. En Con la muerte en los talones, Cary Grant es perseguido por la avioneta cerca de una Concha lluviosa y de un faro. Y el astronauta de 2001, una odisea del espacio es gigantesco en comparación con el primate de la película, aunque ahora el simio no le atiza a un hueso, sino a unas jugosas sandías.

Quim Casas