La realizadora Mercedes Moncada ha venido a San Sebastián para presentar en la sección Made in Spain Hormigas perplejas, un documental que dirige su mirada en la reconversión industrial naval y aeronáutica de la Bahía de Cádiz. Pese a centrarse en una localización y sectores muy concretos, Moncada señala que su trabajo “muestra una de las cosas más relevantes que está pasando en el planeta entero, no solamente en España, Europa o Cádiz”. Para Moncada, “los cambios que se están produciendo en los modelos de producción de todo el mundo están acabando con el empleo directo y fomentando la contratación a través de empresas auxiliares, lo que hace que mucha gente esté perdiendo derechos laborales”. 

El trabajo de Moncada tiene dos partes claramente diferenciadas. En la primera se muestra a trabajadores que hacen aviones defendiendo un empleo directo, en la segunda se presenta a trabajadores de la naval precarizados desde hace treinta años. “Los primeros tienen miedo de convertirse en los segundos”, dice. Para Moncada, “en su película se aprecia una enorme diferencia entre los que están defendiendo un trabajo directo y quien defiende una porción miserable de derechos”. Según la realizadora, su película refleja “como la precariedad se traduce en los cuerpos físicos de las personas, en sus dientes, sus miradas…”. Moncada lamenta que sea gente tan machacada. 

Pese a la relevancia de lo que cuenta Hormigas perplejas, Moncada se sorprendió cuando, al pedir feedback sobre su trabajo a colegas y cineastas de otras comunidades autónomas, descubrió que no conocían lo que ocurría en Cádiz. “Creo que estamos atrapados entre Europa y África, lo que hace que mucha gente vea lo que nos ocurre como algo lejano”, afirma. Moncada aspira a “tener más compresión” en el futuro.

La película Hormigas perplejas es fruto de un proceso de trabajo de más de tres años. Moncada explica que nunca se planta en un sitio y se pone a grabar, antes debe lograr la complicidad de las personas que han de ser filmadas. “En un documental el que filma necesita crear relaciones humanas e igualitarias con la persona o personas que está filmando”, asegura. Para Moncada, “esa es la principal diferencia entre filmar realidad y filmar ficción donde pagas a alguien para que haga una determinada cosa”.

A diferencia de otros cineastas que en su filmografía convergen entre obras de realidad y de ficción, Moncada es eminentemente documentalista. “Hacer documentales es mi manera de mirar y relacionarme con el mundo. Más que un oficio, para mí es una experiencia vital”, dice.

Actualmente, Moncada es vicepresidenta de DOCMA, la asociación de cine documental en España. La cineasta explica que forma parte de “una junta directiva relativamente nueva cuya idea es revitalizar el lenguaje documental y mejorar sus políticas públicas de financiación, distribución y exhibición”, entre otros objetivos. No en vano, considera que “la posición del cine documental dentro de la cinematografía con respecto a la ficción o a la industria es muy desigual. 

Iker Bergara