Más de un centenar de detenidos políticos sudamericanos son encerrados, sin juicio, en un campo de concentración aislado del mundo. Los militares encargados de su custodia no consiguen doblegar sus ideales ni su espíritu de resistencia. Los prisioneros logran, a través de un radio-emisor, dar a conocer su situación, por lo que las autoridades del campo se ven obligadas a trasladarles.