En el Brasil de los 70 un adolescente,huérfano de madre y que ha vivido interno durante ocho años en un colegio religioso, se entera de que su padre, un ex preso, viene a buscarlo para vivir juntos en Río de Janeiro. Desde el mundo del hijo la búsqueda de la figura paterna será tensa y frustrante, imponiéndose para él una necesidad básica: descubirir su propia identidad.