Un adolescente de buena cuna cambia la tranquila comodidad de las huertas familiares por la aegría inquieta de una ciudad, Valencia. Corren los años cincuenta y en las aromáticas calles mediterráneas se mezclan movidas sociopolíticas, lecturas prohibidas, sectas católicas, condenados a muerte, mujeres curvilíneas y canciones nuevas que transformarán a Manuel.