El coronek Ralph Denistoun recibe un par de pendientes de oro en su club de Londres y parte inmediatamente de viaje. En el avión, recuerda que fue encarcelado en Alemania, acusado de espionaje, y cómo se las arregló para escapar. Fue gracias a Lydia, una mujer gitana, que le vistió como un zíngaro y le condujo a un lugar seguro. Ahora que la guerra ha terminado, regresa a Alemania para encontrar a Lydia.