La sección New Directors se inauguró ayer con el estreno internacional de Gē shēng yuán hé màn bàn pāi / Slow Singing, ópera prima de Xingyi Dong, que ha regresado a la aldea donde se crió hasta cumplir los nueve años para retratar una forma de vida rural en pleno proceso de transformación y proponer una reflexión sobre las diferencias temporales entre las personas y las épocas que les haya tocado vivir: “Cada persona, cada ciudad, cada país tiene un tempo diferente. Esta película trata sobre volver al pueblo natal, y las audiencias entenderán la nostalgia que emana de la trama, protagonizada por un preso que no ha tenidoc ontacto con el mundo real durante muchos años y vuelve a casa, donde no reconoce nada, ni a nadie”. La urbanización galopante de China comprime las áreas rurales al mismo tiempo que fuerza el éxodo de sus jóvenes, y en palabras de Xingyi Dong es una consecuencia lógica fruto del desarrollo de cualquier país, que conlleva la pérdida de las formas de vida más tradicionales.

En su largometraje ha querido ahondar en los cambios derivados de los ciclos vitales no solo a través de la historia del protagonista, sino que hay un trabajo formal muy cuidado para reflejar la relación entre el entorno, el espacio y los personajes: “Durante todo el metraje, el espacio ocupado por los personajes es relativamente pequeño en proporción a los encuadres, y el protagonista aparece en la distancia, y se va acercando. Esto se explica porque el entorno y el espacio son factores importantes que yo quería mostrar, en planos en los que enfoco al protagonista, pero sin que sea el único elemento, donde tanto él como el entorno están en armonía y controversia, que es lo que yo buscaba expresar”.

Los personajes de la película han sido interpretados por las vecinas y vecinos de su pueblo natal, y para el papel principal eligió a su tío. Un elenco no profesional para el cual el director escribió el guion ex profeso, porque conoce muy bien la realidad de la comarca en la que sitúa la acción, aunque destaca que no fue fácil modular su capacidad expresiva: “Creo que la naturalidad que emana de los personajes se explica por dos motivos principales: por un lado, desarrollé el guion basándome en personas reales, por lo que no necesitan meterse en el personaje sino simplemente vivir su vida normal; y por otro lado, el protagonista estaba muy familiarizado con el entorno, conmigo y con el lenguaje y las interacciones sociales de la zona”.

Sobre su participación en New Directors, confiesa que no esperaba lograr que un festival internacional de la categoría de San Sebastián seleccionase su ópera prima y que por tanto se siente emocionado y afortunado, si bien es cierto que pretende transformar este sentimiento y llevarlo a la frecuencia correcta, para poder aprovechar este golpe de apoyo y reconocimiento como acicate para sus futuras películas, para que sean mejores y más maduras: “Siento una profunda gratitud hacia el Festival por ofrecer a los nuevos cineastas la oportunidad de darse a conocer. En mi caso particular, me ha ayudado a sentirme más seguro de cara a expresarme a través del cine”.

Amaiur Armesto