El local de música y baile Dabadaba se convirtió ayer en un first dates para películas en gestación. Casi setenta personas acudieron a la cita que el programa de residencias del Festival organizó para facilitar la química entre directores, guionistas y la industria. No es la primera vez que este networking se celebra; ya el marzo pasado, aprovechando la estadía de los seis residentes de Ikusmira en Donostia, tuvo lugar un evento que ya ha venido para quedarse. Es una de las otras iniciativas que van agrandando Z365, ese “Festival todo el año” donde, como podemos leer en su plataforma “confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos; la formación y la transmisión de conocimientos de cine; y la investigación, la divulgación y el pensamiento ci- nematográfico”. ¡Eso sí es “imaginar
un Festival”!

El Zinemaldia invitó a la industria cinematográfica que pasea por Donostia estos días tan señalados para que acudiesen a la cita. Hablamos, ni más ni menos, que de profesionales como Savina Neirotti de la Biennale, Mercedes Fernández del Torino Film Lab, Rebecca de Pass del Festival de Rotterdam y Zsuzsi Bankuti de Open Doors Locarno, entre produc- tores, distribuidores y curadores co- mo Susana S. Rodrigues. El objetivo es que los cineastas participantes puedan ampliar su red de contactos y encontrar compañeros de viaje y posibles socios.

Después de una hora de cóctel de bienvenida, Maialen Beloki, subdirectora del Festival, y Maialen Franco, coordinadora del programa Ikusmira Berriak, fueron llamando a cada uno de los participantes, que, a modo de pitch, tenían que describir su proyecto en pocos minutos y seducir a sus potenciales colaboradores. Hasta dieciocho prometedoras películas hicieron salivar al público: cuatro in- vitados de La Incubadora de ECAM, las tres ganadoras de la beca Noka a mujeres cineastas vascas, cinco estudiantes de Creación de la Elías Querejeta Zine Eskola y los seis re- sidentes de la presente edición de Ikusmira Berriak. Proyectos de todo tipo: un Frankenstein en Argentina, una pareja que discute en una autopista, una historia de libertarios en la Donostia de 1978, el rescate de una infanta de la realeza medieval portu- guesa, un guion obsesionado por el Danubio, una cineasta perseguida por el espectro de su película anterior... Ideas que quieren ver la luz en un fu- turo próximo. Pero de momento, Da- badaba baja la iluminación de la pista, sube la música y la fiesta empieza.

Marc Barceló.