La película narra la historia de una familia que pierde a su padre en el bombardeo de Gernika. El hijo va creciendo marcado por el ambiente represivo del régimen franquista y finalmente decide tomar las armas para luchar contra la tiranía, convencido de que “la única manera de liberar a su pueblo es con las armas”. Para su desgracia será detenido, torturado y fusilado. Durante el rodaje del cortometraje, varios miembros del equipo, incluido el director, Iñaki Nuñez, fueron detenidos y encarcelados, acusados de intentar desprestigiar a la policía.