Un hermoso y absorbente retrato de la vida cotidiana de Yoshida, una destilería de 144 años de antigüedad que produce un sake de renombre internacional. Una mirada a la intensidad personal y profesional que se precisa para crear un producto tan prestigioso y a los artesanos que hay detrás, en unos tiempos de cambio y con un nuevo regimen de trabajo impuesto por el sexto heredero de la empresa.