En febrero de 2009 un grupo de soldados daneses, acompañado del documentalista Janus Metz, llegó a Armadillo, una base militar en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán. Metz y el operador Lars Skree pasaron seis meses siguiendo las vidas de los jóvenes soldados, situados a menos de un kilómetro de las posiciones de los talibanes.