La quinta edición de Ikusmira Berriak comenzó el pasado 11 de febrero y culminará este domingo la primera fase de la residencia. Durante estas cuatro semanas de duración, las y los cinco realizadores seleccionados entre las 174 propuestas recibidas, Raven Jackson, Martina Juncadella, Alberto Martín Menacho, Aitziber Olaskoaga y Michael Wahrmann, han desarrollado sus proyectos en el Espacio de Creadores de Tabakalera.
Ikusmira Berriak es un programa que quiere implicar tanto a nuevos talentos como a las productoras e industrias audiovisuales que apuestan por la innovación y los nuevos lenguajes. Está organizado por Tabakalera, el Festival y Elías Querejeta Zine Eskola, cuenta con la colaboración de REC Grabaketa Estudioa y la Filmoteca Vasca, y forma parte del legado de Donostia/San Sebastián 2016 Capital Europea de la Cultura.
Esta quinta edición es la primera bajo la nueva estructura de Ikusmira Berriak, desdoblada en dos estancias, en febrero y septiembre, con el fin de que los realizadores saquen el máximo partido a la residencia y tengan tiempo para seguir desarrollando su proyecto antes de presentarlo y tener reuniones con posibles productores, inversores y distribuidores durante el Festival de San Sebastián.
Para acompañarles en este proceso, ha viajado también a San Sebastián la cineasta alemana Valeska Grisebach, que participa en el programa por primera vez y el director brasileño Sergio Oksman, quienes, junto a la responsable del TorinoFilmLab y la Scuola Holden de Turin, Savina Neirotti, forman el comité de expertos.
En la primera semana de residencia y, como novedad este año, los programas de Elías Querejeta Zine Eskola e Ikusmira Berriak se han cruzado: las y los residentes han asistido a tutorías individuales de proyectos con Oliver Laxe y Salomé Lamas (tutores a su vez de EQZE) y han tenido acceso a la agenda de la escuela, con la posibilidad de asistir a actividades junto a las alumnas y alumnos de EQZE.
Un año más, los cineastas Tizza Covi y Rainer Frimmel, fundadores de Vento Films, han compartido con las y los residentes sus conocimientos y experiencias sobre cine.
De marzo a septiembre las y los cineastas continuarán trabajando en su proyecto, periodo en el que recibirán tutorización online por parte de los expertos, y en septiembre regresarán a San Sebastián para completar las dos últimas semanas de residencia, a las que llegarán con el proyecto más desarrollado para poder compartirlo con la industria cinematográfica. Durante esta última fase se organizará un taller de aprendizaje en el entorno del mercado y se les preparará para la sesión de pitching (presentación del proyecto) con el propósito de que cierren reuniones con los profesionales de la industria presentes en el Festival.
Tres proyectos seleccionados en las primeras ediciones de Ikusmira Berriak se han terminado y han sido proyectados en el Festival: los cortos El extraño de Pablo Álvarez, Calipatria de Leo Calice y Gerhard Treml y Gwendolyn Green de Tamyka Smith fueron presentados en Zabaltegi-Tabakalera en 2016 y 2017. Además, el año pasado se estrenaron dos largometrajes de residentes de la primera edición de Ikusmira Berriak: Trote, dirigido por Xacio Baño, se presentó en Locarno y posteriormente también Zabaltegi-Tabakalera, y Muga deitzen da pausoa, de Maider Oleaga, tuvo su estreno en Gijón. Además, Manuel Abramovich, que fue residente el año pasado, acaba de obtener el Premio del Jurado, el Oso de Plata, de la competencia internacional de cortometrajes de la Berlinale por su trabajo Blue Boy.
Preguntamos a las y los cinco cineastas por las razones por las que presentaron sus proyectos al programa Ikusmira Berriak y las expectativas que albergan sobre la experiencia.
¿Por qué presentaste tu proyecto a Ikusmira Berriak?
Solicité la residencia Ikusmira Berriak porque es un lugar de riesgo e innovación. Tras mi participación el año pasado en la sección NEST del festival con un corto y conocer Tabakalera, sabía que este espacio sería un lugar perfecto para desarrollar más profundamente mi primer largometraje.
Es la primera vez que el programa se divide en dos estancias, una en febrero y otra en septiembre. ¿Qué te parece esta estructura?
Creo que esta forma del programa funciona porque permite que el espacio del proyecto respire y crezca entre las dos estancias. Estoy deseando presentar mi película de nuevo en septiembre y dar grandes pasos mientras tanto.
¿Qué expectativas tienes?
Espero reflejar más firmemente la residencia en el largometraje. Y, con suerte, completar un borrador muy desarrollado del guion. Además, como la segunda parte de la residencia incluye un pitch con la industria, sigo trabajando para crear un lenguaje atractivo y claro para hablar del proyecto. Sobre todo, esta residencia me ha resultado de gran ayuda para saber cómo trabajo en la creación de un largometraje. Qué ambientes contribuyen a mi creatividad. El tiempo que necesito pasar a solas. Siendo este mi primer largometraje, saber qué me funciona y qué no es de un valor incalculable.