"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Desde la edición del Festival de 2019, Donostia International Physics Center (DIPC), Filmoteca Vasca y SSIFF organizan cada año en el marco del certamen un encuentro en el Belodromo de San Sebastián con estudiantes de distintas edades, de seis a once, que se salda como un festivo evento de ciencia y conocimiento. El robot social Pepper es todo un icono en esta cita del Ikastetxeak Belodromoan. Faltó en 2023, pero ya lleva dos años de vuelta como uno de los dos maestros de ceremonias del acto. El otro tiene cuerpo y voz humana, Ugaitz Alegría, que dialoga con Pepper y lo hace también con el científico invitado de excepción.
En el encuentro del pasado año el tema fue la astronomía y la vida extraterrestre, con la proyección de la película de animación Alan Giza Antena y la lección magistral de la astrónoma de la Universidad del País Vasco Naiara Barrado. La temática en el acto celebrado ayer fue el bosque, su conservación, la importancia de la biodiversidad y la relación con la especie humana. El robot social habló, bailó y convenció a la enardecida chavalería. Ver a 1.800 niñas y niños disfrutar de lo lindo mientras se les ofrece conocimiento sobre un tema que afecta a nuestro presente y nuestro futuro, como es la conservación del ecosistema de los bosques, es todo un placer.
La idea del acto es pensar en el futuro y dejar huella en los niños que posiblemente, de mayores, volverán al Festival. Alegría ha conectado a través de la gran pantalla situada en el escenario con la bióloga Nahia Gartzia Bengoetxea, que aparecía desde un bosque, aunque también estaba presente en la sala. Ha analizado como se conecta con los árboles y de qué manera se desarrollan los organismos vivos bajo la tierra. Y nada mejor después para ilustrar las explicaciones científicas, siempre en euskera, que la proyección de un clásico de los dibujos animados en general y del anime de los estudios Ghibli en particular, Mi vecino Totoro (1988), la película de Hayao Miyaza ki (doblada al euskera) que habla de la relación entre un padre y sus dos hijas con el espíritu del bosque que da título a la película.
D.P.