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Juliette Binoche presentó ayer en la Sección Oficial fuera de concurso su primer trabajo como realizadora: In-I In Motion. El germen de su película se remonta a 2007, cuando la propia actriz y el bailarín Akram Khan hicieron una pausa en sus carreras para crear juntos “In-I”, una performance que giró por todo el mundo. El film de Binoche reúne tanto las imágenes del exigente período de ensayos, grabadas por su hermana hace quince años, como el resultado íntegro de aquella pieza. Horas antes de conocerse el fallecimiento de Robert Redford, la actriz reveló en una entrevista que el actor estadounidense había sido uno de los culpables de que este proyecto viera la luz. Y volvió a recordarlo durante la rueda de prensa de presentación del film en el Kursaal. “En una de las funciones en Nueva York, Robert Redford se acercó a mi camerino y me repitió en varias ocasiones que debía llevar esta pieza al cine”, aseguró Binoche.
Aunque conservaba las cintas de su hermana, durante años no supo cómo dar forma al proyecto. Finalmente, hace un par de años decidió embarcarse en él junto al productor Sebastián de Fonseca, presente también en la rueda de prensa.
Binoche explicó que con la película busca que el público experimente lo que significa cocrear, convencida de que “en este momento es más importante que nunca mezclarnos”. Para la intérprete, la obra refleja precisamente esa mezcla: “Akram y yo somos muy diferentes pero, a pesar de todo, logramos complementarnos a la perfección”.
Iker Bergara
In-I In Motion muestra el esfuerzo que supuso para la actriz aprender a bailar de manera profesional. A pesar de las dificultades, Binoche aseguró que nunca pensó en abandonar. “Atravesar una dificultad forma parte del viaje: si no tienes obstáculos, no puedes crecer”, afirmó. Así, confesó que cuando empezó a bailar “era como una patata que tenía ideas y sentimientos, pero no sabía cómo expresarlos con el cuerpo”. En ese sentido, se mostró agradecida por la generosidad de Akram, “que se atrevió a adaptar su manera de bailar para ajustarse a mí”.
La actriz también subrayó que no le importa en absoluto mostrar en la película ese proceso de aprendizaje tan íntimo. “En mis películas, aunque interprete a un personaje, también me muestro. Y en esta ocasión tampoco me importó mostrar a la verdadera Juliette”, explicó. Incluso no ha tenido reparo en incluir en el film escenas que pueden parecer ridículas. De hecho, pidió expresamente a los montadores que no las eliminaran
Del mismo modo, aunque es la primera vez que dirige una película, Binoche aseguró no preocuparle lo que puedan opinar de ella como realizadora, del mismo modo que tampoco le importó en 2007, cuando se presentó por primera vez al público como bailarina. “Yo no soy bailarina, ni siquiera diría que soy actriz. ¿Por qué tenemos que estar encorsetados en un único lugar hasta el final de nuestras vidas? Estamos aquí para experimentar posibilidades y para intentarlo. Para mí, ser creativo es lo más importante”, destacó la artista.