"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Por el resquicio del tejado de una casa abandonada sale humo. Del nubarrón, emerge un hombre con careta de apicultor. Una colonia de abejas sobrevuela a su alrededor. Martha Dobie y Karen Wright, las protagonistas de Esos tres (1936), miran asombradas la primera aparición que hace el doctor Joseph Cardin en la película escrita por Lillian Helman y dirigida por William Wyler.
Las dos mujeres llegan a la casa, que pertenece a Karen, para rehabilitarla y convertirla en un internado para muchachas. El doctor asiste para hacérselas de apicultor. Ahora habrá que desplazar a las abejas. La película empieza con la premisa de renovar un espacio para que tenga nueva vida. En la hora y media siguiente, habrá muy pocas escenas fuera de este espacio. En el siguiente plano, el doctor les ofrece bocadillos a las muchachas y se sientan a compartirlos. Karen y Martha se enamoran de Joseph, pero él sólo ama a la primera.
El triángulo amoroso no es el único conflicto en Esos tres. En las de la dupla Hellman-Wyler, no hay nada privado. Los planos siempre están atestados de gente, todo el mundo se la pasa cotilleando. En algún momento, se expande el rumor que Joseph tiene una aventura con Martha. Cuando los tres van a huir a Viena, Karen empieza a desconfiar. Joseph jura que no ha ocurrido nada. Martha le corrobora a su amiga que nada ha pasado, pero confiesa que siempre lo ha amado. Ambos le piden a Karen que confíe en ellos. Para habitar, hace falta cree en los otros, confiar que siempre hablan con sinceridad, pese a todo.
José Emilio González