Tras estrenar The Last Showgirl el año pasado en la Sección Oficial, Gia Coppola vuelve a San Sebastián, esta vez para encontrarse con las participantes de Nest, en la segunda de las conversaciones de este año. Los comienzos de la carrera de la cineasta estuvieron en la fotografía. “Me consideraba una persona muy tímida para la realización”, confesó. Con el paso de los años, decidió desafiarse a sí misma e incursionar en el cine, haciendo películas con sus amigos.
Gia Coppola está en un proceso de aprendizaje constante y no teme involucrarse en proyectos que van desde comerciales a películas independientes. “Siempre me he intentado educar en el medio audiovisual de todas las formas posibles”, declaró la cineasta. En el trabajo con sus actores, desde Palo Alto (2013), la cineasta ha “intentado que su elenco se sienta cómodo con la intención de impulsar la autenticidad”.
Para Mainstream (202), su siguiente película, volver a ver A Face in the Crowd (1957), el clásico de Elia Kazan, fue un gran detonador. “¿Cómo operas siendo introvertido en este mundo de hipervisibilidad?” fue la pregunta con la que inició dicho proyecto. Sobre la selección del reparto en esta película, Gia Coppola sabía que quería al actor Andrew Garfield. “Conocía a su coach actoral y quería contar con un gran ser humano como él, que también fuera una especie de guía”, relató la cineasta.
Coppola, sin embargo, no se siente parte de ese tipo de cine que títula su segundo largometraje. “No me siento parte de la industria mainstream”, comentó, “ya que fui educada de una forma muy bohemia”. La directora siembre busca la libertad y la independencia que tienen películas como The Last Picture Show (Peter Bogdanovich, 1971) y Over the Edge (Jonathan Kaplan, 1979).“El desafío para hacer un cine más comercial supone hacer muchos más negocios”, mencionó, y ella prefiere “hacer proyectos de formas más pequeñas que te aparten de todo eso y te brinden esa libertad que quiero”.
Pero a pesar de esto, Gia Coppola no se niega a cualquier instancia de realización así sea hacer comerciales. En cada proyecto, busca imprimir diversión. “Cuando hago comerciales no estoy emocionalmente involucrada, pero intento hacerlo lo más llevadero”, dijo Coppola. Para la directora todo es una posibilidad de aprendizaje: “¿qué puedo aprender de esta experiencia”, se pregunta, a pesar de que no sea un proyecto personal. “Me siento muy agradecida”, dijo, “por lo que estamos haciendo es siempre un trabajo creativo de alguna forma”.
Sobre el elenco de The Last Show Girl, Gia Coppola se siente muy afortunada por haber trabajado con Pamela Anderson y con Jamie Lee Curtis. Sobre la primera, contó que “es muy inspiradora en cómo vive tan auténticamente”. Sobre la segunda destacó que “tiene una fuerza impresionante”. “Jamás pensé que aceptarían trabajar en un proyecto tan pequeño en Las Vegas”, se sinceró.
Sobre los rodajes, la directora mencionó que en sus proyectos “la confianza propia está en trabajar con gente con quien se puede sentir cercanía”. Finalmente, casi a modo de consejo de vida, Coppola tiene claro que, al hacer una película, “no puedes desperdiciar una toma, porque eso es tiempo y el tiempo es dinero. La concisión siempre es nuestra mejor aliada”.
Gia Emilio González